Home»Noticias del Sector» Estrategia estadounidense de minerales críticos: ?el dilema tríada para desvincularse de la dependencia de China!
El artículo titulado ?Alejarse de China en minerales críticos: EE. UU. acelera la producción nacional?, publicado por el periódico japonés Asahi Shimbun el 21 de julio, analiza los retos que enfrenta Estados Unidos al intentar reducir su dependencia de China en el ámbito de los minerales críticos. Con el aumento de la demanda de productos de alta tecnología como vehículos eléctricos y cazas de combate, Estados Unidos ha comenzado a impulsar la producción nacional de minerales críticos y a imponer aranceles a productos chinos. Sin embargo, esta estrategia podría conllevar riesgos de inestabilidad económica.
La actual dependencia de Estados Unidos de China en minerales críticos
En el desierto del sur del estado de California, Estados Unidos, se encuentra Mountain Pass, la única mina de tierras raras del país. Mountain Pass Materials se dedica al desarrollo de neodimio, un elemento de tierras raras clave para la fabricación de vehículos eléctricos y equipos de generación eólica. Aunque el gobierno estadounidense otorgará a Mountain Pass Materials subsidios por más de 100 millones de dólares, actualmente Estados Unidos solo produce el 4 % del litio que requieren los vehículos eléctricos, el 13 % del cobalto y el 0 % del níquel y del grafito. En contraste, China procesa más del 80 % de los minerales críticos a nivel mundial.
El asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., Jake Sullivan, declaró que la dependencia de Estados Unidos hacia China en el ámbito de minerales críticos representa “una amenaza para la seguridad nacional”. Para enfrentar esta situación, el gobierno estadounidense impuso aranceles elevados a baterías de vehículos eléctricos producidas en China y a los minerales esenciales, al tiempo que acelera el impulso a la producción nacional.
Desafíos económicos de los aranceles adicionales y la producción nacional
La Ley de Reducción de la Inflación aprobada por la administración Biden en 2022 busca impulsar la adopción de vehículos eléctricos en América del Norte, otorgando un crédito fiscal de hasta 7,500 USD por cada vehículo eléctrico ensamblado en la región. Sin embargo, la ley establece que dichos vehículos deben utilizar minerales críticos extraídos y procesados en países que hayan firmado un tratado de libre comercio con Estados Unidos; de lo contrario, no recibirán la reducción fiscal.
Aunque esta política busca alcanzar los objetivos de “l(fā)iberarse de la dependencia de China” y de “descarbonización”, su costo económico es elevado. La producción nacional en EE. UU. podría generar altos costos que provoquen alzas de precios y un deterioro fiscal, socavando así la estabilidad económica. Renunciar a esta opción permitiría lograr la descarbonización y la estabilidad económica, pero resulta inaceptable para Estados Unidos y sus aliados, que consideran a China un “país hostil”.
la "trilema" al que se enfrenta
Mientras Estados Unidos impulsa su estrategia de “desacoplamiento de China”, enfrenta un dilema de tres caras:
1. Equilibrio entre reducir la dependencia de China y mantener la estabilidad económica
Optar por desentenderse por completo de la dependencia de China significa que Estados Unidos tendría que impulsar la producción nacional a un costo elevado, lo que podría generar inestabilidad económica. Los altos costos de producción y los gastos por ajustar las cadenas de suministro ejercerían una enorme presión sobre la economía estadounidense, con el riesgo de desencadenar inflación y un aumento del déficit fiscal.
2. Retraso en el progreso de la descarbonización
Si Estados Unidos opta por liberarse de su dependencia de China y mantener la estabilidad económica, el progreso en la descarbonización se verá inevitablemente afectado. Los minerales y componentes de bajo costo que proporciona China respaldan en gran medida la transición hacia la descarbonización en diversos países. Si Estados Unidos deja de depender de los minerales chinos, el costo de los vehículos eléctricos y los equipos de energía renovable aumentará significativamente, lo que afectará el cumplimiento de los objetivos de descarbonización.
3. la doble presión de la política internacional y la economía
A nivel de política internacional, Estados Unidos y sus aliados se enfrentan a una voluntad estadounidense que no pueden ignorar. Si optan por seguir dependiendo de China, podrían ser percibidos como débiles e irresponsables. Sin embargo, desde el punto de vista económico, desvincularse de la dependencia de China representa un desafío enorme. Cómo encontrar un equilibrio entre ambos extremos es uno de los grandes dilemas que enfrenta actualmente Estados Unidos.