Mientras los ojos del mundo están puestos en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, los principales puertos de la costa oeste de Canadá —incluyendo el puerto de Vancouver, el mayor puerto de contenedores del país, y el puerto de Prince Rupert, el tercero más grande— han cerrado temporalmente debido a una huelga de trabajadores. Además, el puerto de Montreal, el segundo más importante de Canadá, acaba de experimentar una huelga, lo que ha exacerbado aún más las tensiones en las cadenas de suministro transfronterizas.
Esta huelga es especialmente crítica para los importadores del Medio Oeste de Estados Unidos, ya que los puertos de la costa oeste de Canadá son un nodo clave en la cadena de suministro para los productos asiáticos que ingresan al país. Una gran cantidad de mercancías llegan a los puertos de Vancouver y Prince Rupert, para luego ser transportadas a Estados Unidos a través del ferrocarril transfronterizo entre Canadá y EE. UU. Según datos del Greater Vancouver Board of Trade, diariamente se mueven alrededor de 800 millones de dólares en comercio a través de los puertos de la costa oeste, lo que representa aproximadamente el 20% de las mercancías comerciales estadounidenses que pasan por Vancouver y Prince Rupert. La experiencia pasada muestra que, incluso si la huelga en los puertos canadienses dura solo unos días, el impacto en la cadena de suministro de EE. UU. podría prolongarse durante meses.
El lunes, hora local, el transporte de mercancías en contenedores en varios puertos de la costa oeste de Canadá se detuvo inmediatamente debido a una huelga de trabajadores. El detonante de esta huelga fue la incapacidad de los líderes del sindicato portuario de la costa oeste y los representantes de la industria para llegar a un nuevo acuerdo laboral, lo que llevó a los trabajadores a realizar una huelga masiva. La huelga no solo afectó a los puertos de Vancouver y Prince Rupert, sino que también impactó al puerto de Montreal, generando un grave impacto en las cadenas de suministro transnacionales.
Estados Unidos es el mayor socio comercial de Canadá. Según estadísticas del Departamento de Transporte de EE. UU., en el primer semestre de este a?o, el comercio transfronterizo ferroviario entre Canadá y Estados Unidos representó el 14% del comercio bilateral total de 382,400 millones de dólares. Los datos del censo de EE. UU. muestran que aproximadamente 572 millones de dólares en comercio de contenedores ingresan diariamente a Estados Unidos a través de Canadá. Esta ronda de huelgas tendrá un impacto significativo en las importaciones estadounidenses, especialmente en industrias que dependen de los puertos canadienses, como calzado, prendas de vestir, autopartes, productos químicos y madera.
Jenna Santoro, gerente senior de soluciones inteligentes en Everstream Analytics, se?aló que las interrupciones en el puerto de Vancouver tendrán el impacto más significativo en las importaciones destinadas a los mercados del oeste de Estados Unidos. "Vancouver es una entrada clave para productos perecederos como lácteos, productos agrícolas, mariscos, así como para productos manufacturados como piezas de automóviles", afirmó. Por su parte, Eric Byer, director ejecutivo de la Alianza para la Distribución Química (Alliance for Chemical Distribution), destacó que el cierre de los puertos de Vancouver y Prince Rupert también afectará considerablemente a muchos importadores de productos químicos. Esto es especialmente relevante para sustancias específicas como la sosa cáustica, el etilenglicol y el clorato de sodio, que se transportan a través del puerto de Vancouver y tienen usos críticos en diversos sectores clave, como el tratamiento de agua, plásticos, solventes, papel, pesticidas, productos de limpieza y descongelantes.
El impacto potencial de esta huelga es preocupante. En julio del a?o pasado, el Sindicato Internacional de Trabajadores de Muelles y Almacenes de Canadá llevó a cabo una huelga de 13 días, lo que provocó que el transporte de mercancías a Estados Unidos tardara al menos 3 meses en volver a la normalidad, mientras que los retrasos en los contenedores ferroviarios se prolongaron de 39 a 66 días. Paul Brashier, vicepresidente de cadena de suministro global de ITS Logistics, se?aló: "El puerto de Vancouver maneja una gran cantidad de...Transporte marítimoContenedores, estos contenedores son transportados por ferrocarril a Estados Unidos. Al igual que el a?o pasado, es necesario resolver rápidamente esta disputa, ya que tendrá un impacto negativo en muchas cadenas de suministro. Estas cadenas de suministro necesitan los productos requeridos por la industria manufacturera, así como el reabastecimiento para la temporada alta de ventas navide?as.
Por su parte, Alan Baer, director ejecutivo de la empresa petrolera estadounidense, advirtió que, con la suspensión temporal de la puerta de entrada comercial en la costa oeste de Canadá, los transportistas podrían verse obligados a descargar en la ya muy congestionada costa oeste de Estados Unidos, lo que aumentaría aún más el tiempo de permanencia de los contenedores y prolongaría el tiempo total de transporte, lo que generaría un aumento en los costos de transporte y una disminución en la eficiencia de la cadena de suministro.
La razón principal de esta huelga es principalmente el desacuerdo entre el sindicato y la administración del puerto en cuanto al contrato laboral y las condiciones de trabajo. Los trabajadores exigen salarios más altos, mejoras en el entorno laboral y mejores beneficios, mientras que la administración del puerto enfatiza la necesidad de controlar los costos operativos para hacer frente a la incertidumbre del entorno comercial global y las presiones competitivas. Ambas partes no lograron encontrar un punto de equilibrio durante las negociaciones, lo que finalmente condujo a una huelga a gran escala.
Además de la huelga actual, los expertos de la industria también han expresado preocupación por posibles acciones laborales adicionales en el futuro. A medida que aumenta la inestabilidad económica global, también crecen las demandas por la protección de los derechos laborales y la mejora de las condiciones de trabajo. Las acciones de huelga de los trabajadores portuarios podrían servir como referencia para otros puertos importantes, afectando aún más la fluidez del comercio mundial.
Ante los enormes desafíos planteados por esta huelga, los departamentos pertinentes de Canadá y Estados Unidos están buscando activamente soluciones. El gobierno canadiense ha declarado que está llevando a cabo negociaciones urgentes con los representantes sindicales y la gerencia portuaria, intentando restablecer lo antes posible las operaciones normales en los puertos. Por su parte, Estados Unidos ha instado a Canadá a brindar todo su apoyo para garantizar la estabilidad de la cadena de suministro y evitar un mayor impacto en la economía y los consumidores estadounidenses.
Mientras tanto, las empresas y los gerentes de cadena de suministro también están ajustando activamente sus estrategias para hacer frente a posibles retrasos en el transporte y aumentos de costos. Están buscando puertos y rutas de transporte alternativos, optimizando la gestión de inventario para minimizar el impacto de la huelga. Sin embargo, estos ajustes requieren tiempo y recursos, por lo que a corto plazo es difícil contrarrestar por completo los efectos adversos de la huelga.
Los expertos consideran que la huelga en los puertos de Canadá no es solo una disputa laboral interna de un país, sino también un reflejo de la fragilidad de la cadena de suministro global. Con el aumento constante del volumen del comercio internacional, las relaciones laborales y la eficiencia operativa de los puertos en diversos países afectarán directamente el funcionamiento saludable de la economía global. Fortalecer la gestión portuaria y la comunicación laboral, así como mejorar la automatización y el nivel tecnológico de los puertos, serán aspectos clave en los que la industria portuaria global deberá enfocarse en el futuro.
En general, la huelga en los puertos de la costa oeste de Canadá ha tenido un impacto significativo en la cadena de suministro de importaciones de Estados Unidos, especialmente en vísperas de las festividades clave y la temporada alta de ventas. Esto no solo ha ejercido presión sobre la industria manufacturera y minorista de Estados Unidos, sino que también ha destacado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales frente a eventos inesperados. Con las elecciones acercándose, cómo garantizar los derechos laborales mientras se mantiene la operación eficiente de los puertos se convertirá en un problema urgente que el gobierno canadiense y la administración portuaria deberán resolver.
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